Arte Nicaragüense

Chepeleón Argüello

La Gritería, el limón y el incidente

¡Quién causa tanta alegría!..
¡La Concepción de María! Responden los presentes al grito de la dueña de la casa. Las cañas y los limones dulces con banderas de colores hicieron su presencia triunfal en el pequeño cuarto. Los chavalos se lanzan como desesperados sobre la señora que los viene repartiendo con temor a que no alcance las golosinas para tanto cipotero...

¡Señora! ¡Señora! ¡A mí...! ¡Aaamiiíi..! A mí no me ha dado.
Por escasos segundos, el bullicio, los empujones, el ambiente cansado y la falta de aire puro, la aturden; pero en acción digna de toda una experta en repartideras de Purísima, levanta con las dos manos el canasto de palma con los limones y cañas; seguido lanza una advertencia en busca de recuperar el control de la situación.

¡Si no se van a sentar, no sigo repartiendo!
Todos, como impulsados por un resorte invisible a la vista humana, regresan a sus respectivos lugares. De momento, la calma ha regresado al pequeño cuarto con piso de tierra, mientras en una esquina, Mauricio trata de esconder detrás de su camisa, cerrada con un nudo por delante, el limón que entre empujones y malas palabras, arrebató de la mano a un cipote descuidado, quien de regreso a su asiento, tiene sus ojos envueltos en lágrimas de desconsuelo. Desde la otra esquina, Augusto, lo ha visto todo, contempló impávido la forma brusca y desigual con que su amigo se apoderó de lo que no era suyo. Augusto le busca la cara, le hace seña con el dedo y lo amenaza...

¡Te voy a chillar! -Mauricio lee los labios del amigo. Desde cierta distancia, le retuerce los ojos en señal de réplica, aprieta las quijadas y se encamina en dirección del amenazante, lo coge de una oreja y despacito, con sonrisa burlona le dice:

Pofí... si dice algo... ¡mire..! -Mostrando un pedazo de caña de azúcar con su mano alzada y empuñada, aun más amenazante-. ¡Le rompo la trompa de un cañazo!

Augusto sabe que Mauricio es bota gorra, que de nada y nada se le sube el indio, y que cuando está así, ni su mama lo aguanta. Se pasa un dedo sobre los dientes frontales, se restriega la lengua y siente la resequedad del miedo en la boca…

“¿Por un limón de mierda? -piensa Augusto- -¡a.m..! ¿Quedar chintano? ¡Uuummm..! Ni que fuera mío el limón hijueputa! ¡Pior violín!”
Ve loquito, asunto olvidado. Yo no vi., yo no oí, ni estaba ahí cuando mataron al muerto.
¡Eso mi pofí! Así me gusta, sólo las viejas chismosas acusan -le dice Mauricio en tono de burla, y despidiéndose le da un querque en la cabeza...

Chepeleón Argüello



 • Quién?• La Carmencita • Navidad • Moclín • La Gritería, el limón y el incidente • La Huerta • 
Home • Arte Nicaraguense • Mauricio Rizo • Tacho Reyes • Yoyita • Fabiola De Armas • Rembrandt Studios
 • Ligia Zeledón Masís • Chepeleón Argüello • Palalán •  Marco Gonzalez Garland • Carlos Montenegro
 • Silvia Zuniga

 Sitio Almacenado y Administrado por Yoyita